lunes, 14 de abril de 2008

El lamento de una madre

Eres débil, lo sé, pero las palabras de aquellas personas de aspecto arrogante y vestidas de blanco no son suficientes. No son suficientes para arrebatarte de mí; lo sé, yaces lánguido en mis brazos, pero estoy segura de que vivirás.
.
Y eres débil, las nubes han invadido tus ojitos, pero puedes verme, lo sé. Y lo sé porque para mí eres perfecto, tan perfecto con tus tres deditos en cada mano, tan perfecto con tu única piernita, tan perfecto sin que el aire alcance por completo tus pulmones, así, cobijado por el poco calor que pueden darte mis brazos débiles.
.
Y eres débil, porque el mundo ha sido injusto al darte este aspecto, injusto por coronarte con esta enfermedad siendo tú tan inocente, tan pequeño. Tan pequeño que ni mi cuerpo pudo sostenerte dentro. Pero vivirás, lo sé, por esa razón tuve que tomarte de aquél hospital y correr contigo.
.
Y eres débil, pero permitiré que la negrura de esta noche nos ampare, a ti y a mí, que a partir de siempre hemos sido uno solo. No temas que la lluvia es generosa, limpia nuestras penas, nuestros cuerpos y se lleva todo, lejos. Lejos de nosotros, y del mundo, y de tu enfermedad, y de mi resentimiento.
.
Y eres débil, puedo ver el esfuerzo interminable que haces por mantenerte vivo. Soy muy egoísta, pues te quiero para mí, te quiero conmigo. Hermosa criatura tan pequeña y débil, escucha mis súplicas y mis lamentos: No cierres los ojos, amor ¡No cierres los ojos!
.
Y soy débil porque no pude mantenerte vivo, y lo soy por tomarte fuerte en mis brazos aún después de muerto, y lo soy porque lloro, y sufro y porque te has llevado mi esencia contigo.
.
¡Mírame!, maldito ser que haces que tiemble, que desgarre los propios tejidos de la esencia misma; que se ha llevado consigo mi sanidad y mi cordura, mis pensamientos y mi ser y todo lo que soy y represento.
.
Mírame pedazo de inocencia, mírame de nuevo y maldíceme por darte vida, mírame vacía que te has llevado todo.
.
Y soy débil porque ahora e encontrado solución, soy débil por pedirte que me esperes, soy débil porque aquel frasco de pastillas tarde en llevarme hasta ti; y soy débil como tu, permíteme amor cerrar los ojos, que quiero verte una vez más…
.
Levana

No hay comentarios: